Muchas veces digo que los seres humanos somos mucho más de lo que pensamos. Pero estas palabras, sin hechos concretos que las expliciten, son dificiles de comrpender. Y más en estos tiempos que estamos viviendo llenos de caos y conflictos que parecen surgir por todas partes del planeta, allí donde residen unos cuantos humanos juntos.
Ahora que entramos en el invierno, aunque quedan unos 14 días para el solsticio, el invierno, como energía representante del elemento tierra, ya ha entrado desde hace unos 15 días invitándonos a conectar con nuestra Esencia de Luz y Amor, a interiorizar y conectrar más con nuestro cuerpo. No para densificarnos, sino al contrario, para ir anclando en él nuestra alma más y más.
¿Pero, como se hace?
Por un lado es muy importante, más de lo que pensamos, el desintoxicarlo comiendo alimentos que nos ayuden a eliminar virus, bacterias, metales pesados y toxinas debidas a medicamentos, aerosoles, productos de limpieza, cosméticos químicos y al agua que bebemos.
Y por otro, conectando con nuestra multidimensionalidad más allá del cuerpo, y al mismo tiempo, aquí y ahora...
Porque...
¿Sabíais que el espacio tridimensional
crea el tiempo lineal?
¿Sabíais que el espacio
terrestre, el formado por este precioso planeta y el sistema solar, crea el tiempo
cíclico?
Unos ciclos que son mensuales
(de la luna), anuales (del sol) y galácticos (el movimiento de precesión de la
eclíptica cada 26.000 años). Por no hablar de ciclos más amplios que se pierden
en el tiempo de la humanidad: ciclos de 52.000 años y otros más amplios de los
que también formamos parte.
Y si vamos más hacia nuestro
interior para ir descubriendo nuestra grandeza…
¿Sabíais que en la quietud
del tiempo creamos el espacio?
Si pasamos cada día unos minutos
en la quietud y el silencio interior para estar solo en el Presente, respirando
lenta y pausadamente. Si pasamos tan solo unos minutos cada día en contacto
consciente con nuestra respiración y sacando importancia a los pensamientos que
nos puedan venir a la cabeza mientras vamos relajando el cuerpo, la
grandiosidad del Presente se va anclando en nosotras y a nuestro alrededor,
creando un espacio nuevo donde expresarnos y ofrecer nuestro potencial más
preciado desde el corazón, sin miedo.
Porque vivir desde el
Presente es uno de nuestros dones más preciados… un don que nos busca y llama a
la puerta de nuestro corazón pidiéndonos que le dejemos entrar para sernos
devuelto y vivirlo. Y así ir cambiando nuestra realidad desde el corazón, y ser
el cambio que queremos vivir en nuestra sociedad y en la Tierra.
A nivel físico, la glándula pineal y el cerebelo son los principales partícipes de crear el cambio espacio-temporal y anclarlo en nuestras vidas.
El cerebelo es ese gran desconocido, incluso aún ahora para la ciencia médica. Podemos decir que es nuestro GPS personal, único y precioso, que nos ayuda a navegar por la vida, a situarnos en el espacio-tiempo, a colocarnos y ubicarnos en el espacio-tiempo. No solo tridimensional, sino multidimensional.
Las ballenas están conectadas con el cerebelo... porque ellas navegan por los océanos, tanto físicos como multidimensionales... conectrar con ellas nos ayuda a ubicarnos, a encotnrar mejor nuestro lugar en la vida y ocuparlo plenamente desde el corazón y con todo nuestro cuerpo.
A nivel físico, la glándula pineal y el cerebelo son los principales partícipes de crear el cambio espacio-temporal y anclarlo en nuestras vidas.
El cerebelo es ese gran desconocido, incluso aún ahora para la ciencia médica. Podemos decir que es nuestro GPS personal, único y precioso, que nos ayuda a navegar por la vida, a situarnos en el espacio-tiempo, a colocarnos y ubicarnos en el espacio-tiempo. No solo tridimensional, sino multidimensional.
Las ballenas están conectadas con el cerebelo... porque ellas navegan por los océanos, tanto físicos como multidimensionales... conectrar con ellas nos ayuda a ubicarnos, a encotnrar mejor nuestro lugar en la vida y ocuparlo plenamente desde el corazón y con todo nuestro cuerpo.
Estos días de prisas y
atolondramiento, justamente nos piden que ralenticemos nuestro ritmo, que
conectemos con la quietud vibrante de la naturaleza… la Madre Tierra nos pide
que conectemos con Ella y con su ciclo natural del invierno de quietud y magia.
Porque así podremos conectar más con nuestro cuerpo y anclar mejor en él
nuestra alma. Y con ella nuestros potenciales preciosos que nos llenan:
abundancia, alegría, paz, compasión, salud… porque somos esos dones tan
preciados. Porque no se encuentran fuera en ninguna tienda o persona exterior a
nosotras, sino en nuestro interior. Y podemos recuperarlos siempre que queramos,
desde la quietud y el silencio…
Por ello, el invierno es la
mejor época del año para interiorizar, para conectar con nosotras y con el
silencio de la naturaleza. Para ir más allá del tiempo lineal y entrar en nuestro
Presente Eterno. Y vivir los ciclos naturales que nos devuelven a la vida y nos
abren a la vida…
No comments:
Post a Comment