Érase una vez un Ser precioso surgido de un campo
infinito y eterno de energías… de un campo infinito y eterno de Consciencia de
Amor y Luz, cual un maravilloso océano cósmico. Esa Conciencia Pura solo sabía
crearse y recrearse a sí misma… observando su propia perfección y su silencio
exquisito. Era tal el gozo que sentía por existir que, en un instante que se
agitó de puro gozo, se dividió en millones de gotitas hechas a su imagen y
semejanza. Donde cada una de ellas era un ser exquisito y perfecto, expresión individuada
de esa Conciencia Pura. Cada uno era una gotita maravillosa formando parte de
un océano infinito de Amor y Luz. Tan grande y vibrante era el éxtasis que se
vivía, que se percibía como eterno y sin límites. Cada una de esas gotitas
formaba parte del Todo y era el Todo. Porque todas tenían sus mismas
potencialidades creativas. Y cada una de ellas se llamó Alma.
Cada Alma era hermosa y viva. Su misma vivacidad y
alegría para experimentarse a sí misma y conocerse, la puso en marcha. Y empezó
a viajar por ese campo de infinitas posibilidades, surcándolo, embarcándose en
aventuras… Para ello creó un vehículo propicio, que fue la Mente, hecha a
imagen y semejanza de la Mente Infinita y Eterna de Amor y Luz de la cual había
surgido.
Finalmente, cuando decidió conocerse a sí misma aventurándose
por la Tierra, creó un cuerpo físico, al que llamó Cuerpo. Pero este Cuerpo
necesitaba una puerta de entrada por donde el Alma pudiera entrar y acceder
plenamente a todas las energías y experiencias que se podían vivenciar estando
en un cuerpo. Entonces el Alma pidió una solución a la Conciencia Infinita de
la que Ella era parte inseparable.
Y del mismo latido del Cosmos surgió la respuesta… el
corazón…
Porque el corazón es un hermoso portal que nos abre el acceso al Reino del Alma.
En el interior del corazón existe el hermoso jardín de nuestras potencialidades a desarrollar en esta vida.
El corazón nos abre el pasaje para explorar y descubrir la riqueza de nuestra Alma. Y, desde ella, descubrir la riqueza y sabiduría del Alma de la humanidad, de la Tierra y de todo el Cosmos.
Los seres humanos formamos parte de un maravilloso jardín cósmico, donde hay estrellas y galaxias, polvo estelar, vientos estelares, nebulosas y cúmulos diversos, que puede desplegarse en nuestro interior si volvemos nuestras miradas hacia el corazón.
Cuando conectamos el cerebro con el corazón, creamos un campo electromagnético coherente potente y majestuoso. Unas 5000 veces más potente que el generado por el cerebro solo. Y cuando practicamos cada día durante unos 15-20 minutos el arte de la gratitud, la compasión y el amor hacia nosotros, estamos regando nuestro jardín interior...
¿Os gustaría descubrir cómo entrar en vuestro jardín interior y cultivarlo?
¿Os gustaría conectar más profundamente con vuestra alma y descubrir sus potencialidades?
¿Os gustaría conectar con vuestro propósito de vida?
¿Os gustaría aprender a vivir el presente como el tiempo más sublime y precioso, y práctico al mismo tiempo, donde todo es posible y desde donde podemos transformar nuestro pasado y crear un nuevo futuro?
Si decís ¡sí! a alguna o todas de estas preguntas, podéis apuntaros a mi nuevo curso que lanzaré dentro de quince días por internet "Cultivando el JArdín Interior del Corazón"
Un curso distribuido en 3 módulos. Cada uno de los cuales tiene un pdf con explicaciones y ejercicios prácticos, y una meditación.
El último módulo también contiene un pdf explicando los posibles problemas físicos del corazón que podemos contraer, a qué son debidos y cómo ayudarnos con la alimentación para irlos sanando.
El precio de lanzamiento es de 60€, donde se incluyen 4 pdf, 3 meditaciones y un video introductorio al curso.
Interesados podéis escribirme a mi email.
¡Os invito a explorar el océano vasto, infinito y eterno de vuestra alma!
