¿Tenéis algún problema de corazón o conocéis al alguna persona de
vuestro entorno que lo tenga? Puede que sea una enfermedad o disfunción.
O puede que sea dolor o sufrimiento acumulado y no expresado. Puede que
sea culpa o rabia. O puede que nos hayamos colocado una coraza para no
sufrir, y ahora, sin darnos cuenta, estamos desconectados de nuestras
emociones, situados en nuestra mente racional para vivir sin sentir, y
así no sufrir.
Pero esta actitud nos hace vivir de puntillas, pasando por
la vida rozándola, sin zambullirnos en ella. Y al no sentirla tal y
como somos capaces de sentir, nos sentimos vacíos, tristes, con poca
vida, y nos falta alegría, sentir y expresar gratitud y compasión. Y nos
será más fácil contraer enfermedades porque nuestro sistema
inmunológico estará débil.
El corazón es un órgano muy importante, asiento del alma y de nuestro potencial infinito.
Pero...
¿Cómo podemos cuidar el corazón?
¿La alimentación contribuye a nuestro estado de ánimo?
¿Están nuestras emociones ligadas a la comida?
Y
si es así, qué podemos hacer para soltar emociones densas y conectar
con nuestra Luz Interior. Porque la comida que ingerimos es mucho más
que un puñado de alimentos para llenar nuestro cuerpo.
Cuando
comemos, no solo ingerimos alimentos físicos, sino también las energías
que contienen. Sean provenientes de las personas que las han manipulado
y procesado, de los animales que han muerto por nosotros y las
emociones que sentían justo al morir) y de las plantas y frutas que han
sido cultivads para nosotros. Además, el cuerpo no distingue entre la
comida física y las energías en ella, tomándolo todo por un igual. Lo
que hace que, si los animales sintieron dolor al morir o durante sus
vidas por el trato recibido, este dolor se añade al nuestro. Si tuvieron
miedo, este miedo se añade al nuestro, aumentándolo. Pero también si
fueron cultivados con amor y gratitud, recibiendo la luz del sol, de la
luna y de las estrellas, este amor y gratitud, junto a las energías
luminosas y radiantes de los astros, nos llenan y alimentan. Y no tan
solo el cuerpo, sino también el alma, ayudándonos a elevarnos de
vibración y a conectar más fácilmente con nuestra alegría interior,
gratitud y compasión.
Somos lo que
comemos, incluyendo el aire que respiramos, el agua que bebemos, los
pensamientos que tenemos y las emociones que experimentamos.
E
igual como hay alimentos que actúan en detrimento nuestro, hay otros
que nos ayudan a abrir el corazón, a sostenenerlo y alimentarlo a todos
los niveles. Porque el corazón es un hermoso órgano que existe a nivel
multidimensional, más allá de nuestra personalidas y cuerpo actual.
Os
invito a ver el último video relacionado con el curso "Cultivando el
Jardín del Corazón" donde, desde la cocina, hablo de la comida del
corazón.
Si os apetece verlo, podéis seguir el siguiente link:
Todas
las personas que estéis interesadas en realizar el curso, que sepais
que ya está disponible! Y podéis escribirme para que os lo envíe vía
email en formato zip (comprimido).
Finalmente consta de 4 pdf y
4 meditaciones y un video de presentación. El precio de lanzamiento,
mientras mi página web no esté aún disponible, es de 60€.
Os
animo a ver el vídeo y a suscribiros a mi canal de youtube, si aún no
lo habéis hecho. Porque tengo más proyectos en camino. Y próximamente
colgaré más videos.
Un abrazo cariñoso a todos!
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