Thursday, February 6, 2025

La Esencia de la Naturaleza es la Esencia del Amor...

 

 

 

La Esencia de la Naturaleza es la Esencia del Amor,

El Misterio de la Naturaleza es el Misterio del Amor y el Cosmos,

La Sacralidad de la Naturaleza es la Sacralidad del Amor porque representa nuestra Sacralidad. Ya que nosotros, los seres humanos, somos ante todo Amor…”


El Amor se encuentra en todas partes… en cada planta y en cada flor, en cada árbol y en cada río, en las nubes y en las montañas… toda la Naturaleza es una expresión maravillosa del Amor.

Cuando paseamos por la Naturaleza, ella nos besa y nos abraza través de su amor, que fluye incesantemente hacia nosotros, pero normalmente no nos damos cuenta de ello, e incluso puede que no nos dejemos querer por ella, rechazando su energía y cerrando nuestro cuerpo o alguno de nuestros chakras… nos hemos preguntado el ¿por qué?


Cuando estamos a punto de nacer, en el canal del parto o puede que aún en el útero de nuestra madre, la Vida nos pregunta: ¿quieres vivir? Es una pregunta sutil, tierna y majestuosa a la vez que nos envuelve cual una oleada de amor. Y dependiendo de nuestra respuesta atravesamos el canal del parto de una forma u otra, ayudados más o menos por los seres de luz que nos acompañan,

Cuando somos niños, la Vida nos pregunta de nuevo: ¿Quieres vivir? Y nosotros podemos responder o no…

Cuando somos adolescentes la Vida nos pregunta de nuevo: ¿Quieres vivir?

E incluso cuando ya somos adultos o ancianos, la Vida continúa preguntándonos de forma amorosa y tierna: ¿Quieres vivir? Porque el alma no tiene edad…

Y nosotros ¿qué le respondemos? ¡Qué le responderíamos hoy si nos lo preguntara?

¿Es nuestro Amor por la Vida mayor que nuestro miedo y nuestro odio?

¿Somos capaces de sumergirnos en el océano de la Vida, abrazarla y nadar en ella sin miedo?


La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra…

Ella puede vivir sin nosotros, mientras que nosotros sin ella no. Una parte de nuestra alma ha surgido del Alma de la Madre Tierra, por lo que somos un aspecto de Ella. Un aspecto hermoso y luminoso que danza constantemente con los ritmos naturales de la Tierra, de la Luna y del Sol, conjuntamente con los planetas y la galaxia entera.

Las cuatro estaciones… las cuatro fases lunares… los cuatro elementos… el número cuatro nos dice que debemos asentarnos en los ritmos de la naturaleza desplegándose ante nosotros a través de las estaciones del año, de las fases lunares y de los elementos, incluyendo la meteorología.

Nos recuerda que debemos impregnarnos de ellos, sentirlos dentro de nosotros como parte integrante de nuestra alma y de nuestro cuerpo, para así Ser Uno con la Madre Tierra y el Padre Cosmos. Y al Ser Uno, nos damos cuenta que nuestro cuerpo no nos pertenece, sino que es un hermoso y magnífico templo donde nuestra alma se alberga para realizar una tarea en un mundo tridimensional. Sin él no tendríamos forma ni densidad. Y no podríamos desarrollar una tarea. Además, nuestro cuerpo está formado por millones de diminutas bacterias que lo moldean a cada instante, mientras realizan una danza exquisita de muerte y nacimiento, de renovación, purificación y eliminación de los desechos que el cuerpo ya no necesita. Son ellas quienes lo configuran, mientras se adaptan a nuestras emociones y pensamientos, a nuestra voluntad, intenciones y creencias. Por lo que pueden fluir de forma natural, o estancarse y bloquearse, mutando a otras formas de bacterias y virus que acaban contaminando el cuerpo y provocando malestares y enfermedades.


Por ello, podemos decir que nuestras vidas no nos pertenecen, tal como dice la tradición médica china: “la vida no nos pertenece, nosotros le pertenecemos”. Porque los seres humanos formamos parte de la naturaleza y vivimos, aunque aparentemente estemos desconectados de ella, al ritmo del universo que nos rodea… cada palpitación, cada aliento de vida sutil e imperceptible de la Tierra, de cada brizna de hierba, de cada piedra del camino, de cada planta y árbol, nos llega cual un soplo de viento que penetra en nuestro corazón y alcanza nuestros pulmones abriéndonos a la Vida y recordándonos que somos mucho más que tan solo el cuerpo físico que tenemos.

E incluso éste es mucho más que un conjunto de huesos, nervios, músculos y órganos. Porque es una hermosa imagen a semejanza de la naturaleza moldeada por nuestras emociones y pensamientos, por nuestras intenciones y voluntad… las protuberancias óseas son como las montañas, el sistema circulatorio es como los ríos. Y si construimos una presa en un rio cortando su flujo natural, nos afecta disminuyendo nuestra capacidad de fluir en la vida. Porque somos Uno con la naturaleza. Y aquello que le hacemos, nos lo hacemos a nosotros mismos, aunque no lo percibamos e incluso pensemos que es imposible porque somos distintos a los ríos, a los bosques, a la tierra… pero esto es solo apariencia. La realidad subyacente tras las apariencias físicas es muy compleja. Y solo poco a poco, a medida que despertamos nuestra conciencia, somos capaces de percibirla.

 

 

Extracto del Prefacio de mi libro: La Esencia de la Naturaleza", ISBN: 978--1-973-418580

Finalizado de escribir el año 2017.

La Esencia de la Naturaleza es la Esencia del Amor...

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